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Swing Criollo como marca país para proyección de Costa Rica al turismo cultural


Swing Criollo como marca país para proyección de Costa Rica al turismo cultural
La Guardia Dorada, Transitarte 2025

Costa Rica es reconocida mundialmente como un país verde, un destino privilegiado por su biodiversidad y su compromiso ambiental. Sin embargo, en las últimas décadas se ha hecho cada vez más evidente la necesidad de diversificar su oferta turística y cultural, reconociendo y valorando su patrimonio inmaterial.


El Swing Criollo se ha convertido en un símbolo de identidad costarricense, en una manifestación cultural que entrelaza historia, creatividad y resiliencia, y que posee un enorme potencial para ser proyectado a nivel internacional. Su carácter alegre, inclusivo y dinámico lo convierte en una carta de presentación inmejorable para posicionar a Costa Rica no solo como destino ecológico, sino también como destino de turismo cultural.


Turismo cultural: un mercado en expansión

La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha señalado que el turismo cultural es uno de los segmentos de mayor crecimiento en el mundo. Los viajeros contemporáneos buscan experiencias auténticas, desean aprender, interactuar y sentirse parte de las culturas que visitan.

Costa Rica ha explotado exitosamente su potencial en turismo de naturaleza, aventura y bienestar, pero aún no ha integrado de forma contundente su patrimonio cultural inmaterial en la oferta turística. El Swing Criollo aparece entonces como una oportunidad estratégica:

  • Es fácil de enseñar en talleres cortos, lo que lo hace ideal para turistas que buscan experiencias vivenciales.

  • Es un baile alegre, accesible y no elitista, por lo que puede practicarse en pareja o en grupo, sin necesidad de formación previa.

  • Representa la identidad costarricense y se puede vincular con otros elementos de la cultura local: gastronomía, música en vivo, fiestas populares y hasta actividades en espacios públicos.


Integrar el Swing Criollo a productos turísticos no solo diversifica la oferta, sino que también genera encadenamientos económicos con academias de baile, músicos, productores de espectáculos, restaurantes y hoteles. El turismo cultural no solo se da en escenarios teatrales o festivales de gran escala; también puede convertirse en motor de revitalización de las ciudades y comunidades. En el caso de Costa Rica, la capital San José ha enfrentado históricamente un reto: aunque concentra museos, teatros y centros culturales, la mayoría de los turistas internacionales suele verla únicamente como punto de paso hacia destinos de naturaleza o playa. En este sentido, el Swing Criollo puede desempeñar un papel transformador.


La creación de rutas turísticas urbanas que integren patrimonio arquitectónico, espacios culturales y experiencias vivenciales de baile permitiría resignificar la ciudad como destino cultural. Un recorrido podría iniciar con una caminata guiada por barrios históricos como Amón o Otoya, continuar con una visita a museos o galerías, y culminar con un taller de Swing Criollo impartido por instructores locales en un espacio emblemático como el Teatro Nacional o el Centro Nacional de la Cultura. Esta dinámica no solo enriquece la experiencia del turista, sino que distribuye beneficios económicos en sectores como gastronomía, artesanía y comercio urbano.


En comunidades fuera de San José, el Swing Criollo también podría integrarse a ferias locales, celebraciones patronales y festivales comunitarios, fortaleciendo el sentido de pertenencia y abriendo espacios para que los turistas vivan experiencias auténticas. Así, el turismo cultural basado en el Swing Criollo no solo atrae visitantes, sino que también revitaliza el tejido social y aporta a la cohesión comunitaria.


Digitalización e internacionalización del Swing Criollo

En el contexto actual, la proyección internacional de una manifestación cultural no depende únicamente de la presencia física en escenarios extranjeros. La digitalización se ha convertido en una herramienta imprescindible para generar visibilidad y atraer públicos globales. En este sentido, el Swing Criollo puede posicionarse como un fenómeno cultural en plataformas digitales de alcance masivo como YouTube, Instagram o TikTok.


La creación de tutoriales de baile y de retos virales asociados al Swing Criollo podría generar un efecto multiplicador en audiencias jóvenes, motivándolas a interesarse por la cultura costarricense. Imaginemos un “#SwingCriolloChallenge” en TikTok que invite a usuarios de todo el mundo a replicar pasos básicos del baile. Esta estrategia, acompañada por campañas oficiales de promoción turística, permitiría vincular la práctica con la marca país, atrayendo visitantes interesados en vivir la experiencia completa en Costa Rica.


Además, la digitalización abre una puerta al turismo virtual y formativo. Las academias de danza podrían ofrecer clases en línea certificadas, generando ingresos adicionales y preparando el terreno para que estudiantes internacionales viajen posteriormente al país en busca de una experiencia más profunda. Esta hibridación entre lo digital y lo presencial convierte al Swing Criollo en un producto versátil, capaz de adaptarse a las nuevas formas de consumo cultural.


El Swing Criollo como herramienta de diplomacia cultural

La diplomacia cultural es un recurso de “soft power” cada vez más utilizado por los países para proyectar su identidad en el mundo. A través de la cultura, se establecen vínculos de confianza y cooperación que trascienden lo económico o lo político. Costa Rica, tradicionalmente reconocida por su estabilidad democrática y su vocación ambiental, puede sumar un nuevo eje a su proyección internacional mediante el Swing Criollo.


Las embajadas y consulados costarricenses podrían convertirse en plataformas de promoción cultural organizando “Noches de Swing Criollo” en sus sedes o en colaboración con instituciones locales. Estas actividades incluirían espectáculos, talleres y degustaciones gastronómicas, convirtiéndose en eventos de alta visibilidad para la marca país. Asimismo, podrían integrarse a programas de cooperación cultural, generando intercambios con escuelas de danza, universidades y festivales internacionales.


La experiencia demuestra que manifestaciones culturales como el tango argentino o el flamenco español han alcanzado un estatus de símbolos globales en parte gracias a estrategias diplomáticas. Costa Rica tiene la oportunidad de seguir ese camino, consolidando el Swing Criollo como embajador cultural que, además de difundir la identidad nacional, fortalezca la atracción turística.


Turismo académico y científico alrededor del Swing Criollo

Un campo aún poco explorado es el del turismo académico y científico, que se ha expandido en los últimos años gracias al interés internacional en la investigación del patrimonio cultural inmaterial. Universidades, conservatorios de música y danza, así como centros de investigación en antropología y estudios culturales, buscan constantemente programas de intercambio que les permitan acceder a experiencias auténticas.


Costa Rica podría aprovechar este interés ofreciendo residencias académicas y artísticas centradas en el Swing Criollo. Estos programas podrían incluir clases prácticas de baile, charlas sobre su historia y contexto social, y talleres de investigación en comunidades portadoras. A mediano plazo, se podrían establecer convenios con universidades extranjeras para que estudiantes de danza, historia o turismo realicen estadías académicas en el país.

Este tipo de turismo, aunque más reducido que el masivo, genera estadías más largas y un consumo más sostenido, ya que los participantes suelen permanecer varias semanas en el país. Además, aporta prestigio internacional y consolida al Swing Criollo como objeto de estudio reconocido en el ámbito académico global. De esta manera, la danza no solo se convierte en espectáculo turístico, sino también en un campo de conocimiento y reflexión cultural.


Un festival internacional de Swing Criollo en Costa Rica

La creación de un Festival Internacional de Swing Criollo en Costa Rica. Aunque se han realizado eventos nacionales y algunas iniciativas artísticas en el extranjero, aún no existe un encuentro formal que coloque al país en el mapa internacional de los grandes festivales de danza.


Este festival podría estructurarse en dos niveles complementarios. Por un lado, un componente competitivo, en el que parejas y agrupaciones de diferentes países participen en concursos de Swing Criollo, generando atractivo mediático y turístico. Por otro lado, un componente académico y comunitario, con talleres, conferencias, actividades en espacios públicos y conciertos que permitan la participación directa de la ciudadanía y los visitantes.


Un festival de esta naturaleza tendría la capacidad de convertirse en un evento ancla dentro del calendario turístico nacional, similar al Festival Internacional de la Salsa en Puerto Rico o el Festival de Tango en Buenos Aires. Además, sería una oportunidad para integrar al sector privado mediante patrocinios, al sector público mediante apoyos logísticos y promocionales, y a las comunidades artísticas mediante la producción de contenidos. La consolidación de este festival posicionaría a Costa Rica como epicentro mundial del Swing Criollo, atrayendo tanto a turistas culturales como a bailarines y productores de otras latitudes.



Marca país esencial Costa Rica
Marca país esencial Costa Rica

Acciones y experiencias internacionales con el Swing Criollo

En la última década, varios grupos artísticos y bailarines costarricenses han llevado el Swing Criollo más allá de las fronteras nacionales, contribuyendo a su reconocimiento internacional. Algunas de las experiencias más relevantes incluyen:


  • Festivales internacionales de danza

Agrupaciones de proyección patrimonial como Corporación Artística Chocolate o La Cuna del Swing Criollo, y otros colectivos independientes han participado en festivales por todo el mundo. En estos escenarios, el Swing Criollo ha sido presentado como parte de espectáculos de identidad costarricense, generalmente junto a bailes folclóricos tradicionales y músicas populares.

La reacción del público ha sido notable: el contraste entre los trajes coloridos y la energía de los pasos provoca entusiasmo, y en muchos casos los espectadores terminan invitados a bailar, generando un intercambio cultural inmediato.


  • Participación en ferias de turismo y cultura

El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y el Ministerio de Cultura han promovido la presencia de artistas en ferias internacionales, donde el Swing Criollo ha servido como un atractivo escénico para llamar la atención hacia la oferta turística del país. La danza, acompañada de material audiovisual y talleres demostrativos, se convierte en un puente para explicar la filosofía del “pura vida”.


  • Proyectos académicos y de investigación

Varias universidades costarricenses han documentado el Swing Criollo y lo han incorporado a sus programas de danza y cultura. Profesores y bailarines han realizado giras a congresos internacionales de folclore y danza popular, donde el swing es expuesto no solo como un espectáculo, sino como objeto de estudio. Esta dimensión académica contribuye a darle legitimidad internacional.


  • Iniciativas de academias de baile

Academias privadas han llevado el Swing Criollo a escenarios de salsa y ritmos latinos en Estados Unidos y Europa. Aunque el público suele estar familiarizado con la salsa o la bachata, el swing sorprende por su originalidad y frescura, posicionando a Costa Rica en un espacio competitivo dentro de las danzas latinas.


Retos y desafíos

El camino hacia la proyección internacional del Swing Criollo no está exento de obstáculos:

  1. Falta de políticas culturales claras: aunque el swing es patrimonio, no existe una estrategia nacional para su promoción internacional.

  2. Escasa profesionalización: muchos bailarines aprenden en la práctica social, pero se requiere formación técnica y apoyo institucional para competir en escenarios globales.

  3. Financiamiento limitado: los grupos que han salido del país lo han hecho con recursos propios o apoyos parciales, lo cual limita la continuidad.

  4. Necesidad de articulación con el sector turístico: el swing aún no se integra de forma sistemática a los paquetes turísticos.


Estrategias para potenciar su proyección internacional

Para superar estos retos, es necesario pensar en un plan integral que involucre a instituciones, sector privado y comunidades. Algunas estrategias incluyen:

  • Diseñar una marca cultural para el Swing Criollo que lo posicione al nivel de otras danzas latinoamericanas.

  • Capacitar a bailarines y formadores en técnicas escénicas, idiomas y gestión cultural, para que sean verdaderos embajadores culturales.

  • Articular programas con el ICT para incluir experiencias de swing en las rutas turísticas oficiales.

  • Fomentar la investigación y documentación continua del swing, con publicaciones, audiovisuales y materiales pedagógicos.

  • Crear alianzas con embajadas y consulados para que el Swing Criollo sea parte de la diplomacia cultural costarricense.

  • Impulsar festivales internacionales en Costa Rica que atraigan a bailarines y turistas, convirtiendo al país en epicentro de este género.


El Swing Criollo es la manifestación de la creatividad popular costarricense, un patrimonio vivo que refleja la historia, la identidad y el espíritu del pueblo. En un mundo globalizado donde las naciones buscan diferenciarse a través de símbolos culturales, el swing ofrece a Costa Rica una ventaja competitiva única.


Su proyección internacional no debe verse únicamente como un asunto artístico, sino como una estrategia de país, que combine cultura, turismo y diplomacia. Los pasos dados por grupos artísticos que ya han representado a Costa Rica en el extranjero muestran que existe un interés genuino y un terreno fértil para seguir avanzando.


Si se logra articular políticas públicas, iniciativas privadas y la participación comunitaria, el Swing Criollo puede convertirse en un símbolo global de la identidad costarricense, al igual que el tango en Argentina o la capoeira en Brasil. Con ello, Costa Rica no solo consolidará su imagen de paraíso natural, sino también la de nación culturalmente vibrante, capaz de enamorar al mundo a través de su música, su danza y su espíritu de pura vida.




Bibliografía de referencia

  • Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica (2012). Inventario Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial: Swing Criollo. San José: Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.

  • Instituto Costarricense de Turismo (ICT) (2020). Plan Nacional de Desarrollo Turístico 2020–2025. San José: ICT.

  • UNESCO (2003). Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. París: UNESCO.

  • UNESCO (2019). Turismo sostenible y patrimonio cultural inmaterial. París: UNESCO.

  • Jiménez, W. (2019). Swing Criollo: más allá del baile en limpio. San José: Editorial Nacional de Cultura.

  • Campos, J. (2017). “El Swing Criollo y la construcción de identidad cultural urbana en Costa Rica”. Revista de Ciencias Sociales, 155, pp. 45–62.

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  • Rodríguez, P. (2015). “El baile como patrimonio: aproximaciones al Swing Criollo”. Anuario de Estudios Culturales, 12(2), pp. 88–110.

  • Pérez, G. (2016). “De los salones a los teatros: la evolución escénica del Swing Criollo”. Revista Escena, 76(1), pp. 22–39.

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  • La Nación (2018). “El Swing Criollo: baile nacional con sello de identidad costarricense”. Disponible en: www.nacion.com

  • Semanario Universidad (2019). “Del barrio al mundo: el Swing Criollo busca consolidarse como patrimonio cultural”. Disponible en: www.semanariouniversidad.com

  • CRHoy (2021). “Academias de baile exportan el Swing Criollo a escenarios internacionales”. Disponible en: www.crhoy.com

  • World Tourism Organization (UNWTO) (2018). Tourism and Cultural Heritage: A Framework for Action. Madrid: UNWTO.

  • Richards, G. (2019). Cultural Tourism: A Review of Recent Research and Trends. Journal of Tourism Futures, 5(2), pp. 150–163.


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