La cultura desde el diseño de los planes municipales

Desde hace ya varios años, saber diseñar Planes, Programas y Proyectos, desde la Planificación Estratégica; se ha convertido en la llave maestra para orientar el quehacer cultural, para generar procesos de mediano y largo alcance y para acceder a recursos provenientes de distintas fuentes, del ámbito público como privado.
Es así como aprender a desenvolvernos en esta lógica, se convierte en un requisito imprescindible a la hora de acceder a los recursos, de adelantar procesos de impacto en nuestras sociedades, de alcanzar los objetivos propuestos y poder materializar las ideas. Ello implica aprender, en la práctica, a manejar las herramientas de la planeación y saber hablar en el lenguaje técnico de quienes finalmente evalúan y seleccionan los proyectos culturales.
Un Plan Municipal de Cultura es la mejor herramienta a la hora de gestionar y administrar un proceso, espacio, proyecto o servicio cultural, pues permite diseñar, planificar e implementar las acciones necesarias para darle vida y potenciar su desarrollo en el tiempo. El Plan Municipal de Cultura no es lo mismo que una programación artística, el Plan va mucho más lejos y considera lo artístico y cultural como una empresa y/o unos procesos que deben ser administrados eficientemente. Lo anterior significa que todo emprendimiento cultural, incluso el más inspirado creativamente hablando, requiere desarrollar un producto, encontrar recursos, administrarlos con eficacia y eficiencia, y saber llegar a sus beneficiarios, con el norte proyectado en el corto, mediano y largo plazo. Y es justamente por ello que el Plan Municipal de Cultura aparece como estrategia y herramienta de vital importancia cuando se trata de llevar a cabo con éxito una empresa o proceso cultural determinado.
Para esto, vamos a detallar por medio de una guía metodologica como podemos desarrollar en nuestros espacios institucionales un Plan de cultura funcional para los municipios, que en muchas ocasiones no cuenta con especialistas de la gestión o no se busca la intervención de los hacedores culturales de las localidades, siendo estos una fuente vital de conocimientos e información para el diseño e implementación del mismo.
Guía metodológica para la elaboración de un Plan de Cultura Municipal
Aspectos cruciales de planificación
Lenguaje claro y sencillo: Una de las ideas es contar con una guía que conduzca a la solución o mejoramiento de problemas, donde intervienen una serie de agentes que aúnan esfuerzos hacia un objetivo común. Por tanto, se requiere una fácil comprensión de las personas sobre las indicaciones de lo que se debe hacer: esto se garantiza utilizando un lenguaje claro y sencillo que, en lo posible, no genere más de una interpretación.
Claridad de las fuentes de financiación: La planeación debe hacerse a partir de los recursos existentes o, en su defecto, de recursos que tengan una alta posibilidad de ser adquiridos. Pierde sentido planear acciones con escasas probabilidades de financiamiento, o sin la claridad de qué posibles fuentes existen para llevar a cabo el propósito.
Propósitos medibles: Se tiene la creencia de que las acciones culturales no son medibles, lo cual dificulta frecuentemente la visibilización de resultados y, por ende, el apoyo financiero de diferentes entidades y organizaciones, lo que también obstaculiza el hecho de evidenciar con claridad los cambios generados. Todo proceso de planeación debe tener indicadores, no importa si las acciones apuntan a resultados cualitativos o cuantitativos; para ello existen diferentes técnicas de medición social que así lo permiten.
Definir metas y productos a corto, mediano y largo plazo: La planeación debe pensarse con resultados en diferentes tiempos, propendiendo por procesos y no por eventos aislados. Sin embargo, es poco recomendable programar productos que sean visibles sólo a largo plazo: la población beneficiaria normalmente desea experimentar resultados no tan lejanos al inicio de las acciones, por cuanto la problemática está latente. Por ello, lo más pertinente es buscar un equilibrio planeando metas a corto, mediano y largo plazo.
Flexible a los cambios culturales: La planeación no es un proceso estrictamente lineal, y menos en temas culturales, por cuanto las situaciones y contextos permanecen en constante cambio. Por ello se recomienda mantener niveles de flexibilidad que permitan adaptar las acciones propuestas a estas circunstancias.
Acordes al contexto sociocultural y económico del territorio: Un proceso de planeación no puede desconocer el contexto del territorio en el cual se desarrollará; cada localidad tiene sus particularidades y esta situación demanda su propia planeación.
Planeación realista: Aunque todas las comunidades desearían realizar acciones, y pretender grandes resultados quizás alcanzados en otros municipios, departamentos y países, la planeación debe ser aterrizada a la realidad local y a lo que está al alcance de las posibilidades, de lo contrario lo propuesto se quedaría sólo en el papel.
Partir de lo hecho por otros con anterioridad: Es un error pensar que el mundo empieza de cero cada vez que se planean nuevas acciones: un alto porcentaje de la no solución de los problemas de las comunidades radica en que no se le da continuidad a los procesos emprendidos con anterioridad. La recomendación es planear desde lo ya construido.
Articular diferentes agentes: El dicho popular dice que una golondrina no hace verano. Esto mismo ocurre con los procesos culturales. Para producir impactos que generen cambios positivos en el bienestar de las comunidades, es necesario que los diferentes actores que interactúan en el territorio aúnen esfuerzos hacia un mismo objetivo y se articulen en el desarrollo de las acciones propuestas.
Consejos importantes en la elaboración del Plan
La elaboración del Plan municipal de cultura debe contar con la participación del Consejo Municipal de Cultura y de los diversos sectores de la sociedad, (cultural - social, productivo, educativo y gubernamental), es decir deben ser planes ampliamente participativos.
El equipo debe contar con un coordinador y preferiblemente con el apoyo de personas con experiencia y conocimiento en financiación, planeación, participación ciudadana, gerencia de proyectos y, por supuesto, en procesos culturales.
Antes de comenzar la etapa de formulación es importante establecer el cómo: tener claras cada una de las fases que se adelantarán, los instrumentos, recursos y talento humano necesarios, el cronograma de trabajo y los productos como los resultados esperados.
Hacer una lectura y análisis del componente cultural de los diferentes planes de desarrollo con el fin de ver puntos de encuentro y establecer vínculos de coordinación y apoyo: Plan Nacional de Desarrollo, Plan de Desarrollo Municipal.
Un proceso de planeación no debe realizarse ajeno a las personas que resultarán beneficiarias de las intervenciones programadas. Son ellas quienes viven las problemáticas y, por lo tanto, son quienes con mayor claridad pueden hablar de sus causas, efectos y posibles soluciones, como también de las acciones de mayor pertinencia. Se requiere además contar con su participación en la etapa de ejecución: muchos planes, programas y proyectos fracasan porque no tienen el respaldo de la comunidad, y porque las acciones planteadas no corresponden con la necesidad real de la población.
La estructura que se presenta para el diseño del Plan contiene la información que se requiere para que el municipio cuente con un plan participativo, realizable y sostenible y que claramente oriente el trabajo de las administraciones actuales y posteriores en el tema cultural.
Contiene la información que requerirá el sector cultural y la administración para la gestión de proyectos y recursos.
La información y las particularidades de cada municipio estarán dadas por las características del mismo, es decir no habrá planes idénticos, la estructura será similar, pero los contenidos serán tan diversos como diversidad tienen las localidad que componen el municipio.
Toda la información es necesaria para un adecuado proceso de diseño, implementación y evaluación del Plan.
La información de la primera parte del Diagnóstico puede ser redactada en prosa, no es necesario separarla por cada una de las categorías.
El sistema de seguimiento y evaluación estará dado por el cumplimiento de metas del plan, de las metas de los programas y de las metas de los proyectos, al igual que de los indicadores de los proyectos.
Se debe tener en cuenta la articulación del Plan municipal de cultura con los diversos Planes y políticas del sector y del municipio: Plan de desarrollo municipal, Plan del departamento de cultura, Planes de ordenamiento territorial, Política Nacional de Cultura, entre otros.
En el diseño del plan se deben tener en cuenta las problemáticas a solucionar como también las nuevas propuestas, sueños o situaciones deseables que se quieran impulsar en el municipio.
Los Planes no son estáticos, son dinámicos en la medida que surgen nuevas realidades, necesidades y expectativas tanto en lo local como en lo global. La planeación no es un proceso lineal que termina con la formulación de un Plan de Desarrollo. Dado que la realidad es dinámica y cambiante, los procesos de planeación deben ser revisados y ajustados permanentemente, con el fin de recoger los cambios en las condiciones municipales.
Los Planes se elaboran y se aprueban mediante acuerdo municipal para garantizar que los procesos tengan coherencia, continuidad, proyección, sostenibilidad, representatividad, transparencia, coordinación, entre otros.
Los planes deben cumplir las características de coherencia y complementariedad de la información en ellos registrada.
Recuerde enunciar claramente el tiempo de vigencia del Plan, año de inicio y año de finalización.
Recuerde enumerar las páginas del Plan.
El plan está conformado por tres grandes capítulos o partes necesarias y coherentes entre sí:
Primera parte: Tiene un carácter global. Identifica los objetivos y metas Largo plazo y una presentación general.
Segunda parte: Diagnóstico, el cual a su vez está conformado por una parte descriptiva, un diagnóstico cultural y una parte analítica del sector cultural del municipio.
Tercera parte: Más específica que la primera parte del Plan, contiene programas que se alcanzan a mediano plazo, y proyectos que son las unidades más concretas y detallan acciones para alcanzar objetivos en el corto plazo (cada proyecto desarrollado en su totalidad).

Primera parte del Plan Municipal de Cultura
Es la presentación general o macro del Plan y está conformada por:
Introducción: En esta es importante describir las formas en las cuales los diversos sectores de la comunidad se vinculan de manera participativa en la elaboración del plan y el procedimiento para ser presentado y aprobado por el Concejo Municipal.
Principios: Son los fundamentos esenciales ó filosóficos que orientan la política cultural. Son derechos culturales irrenunciables. Son las ideas y valores que constituyen la base ideológica sobre las cuales no existe posibilidad de negociación y que se está dispuesto y comprometido a defender. Deben responder a la realidad del municipio y estar en concordancia con el Plan Nacional de Cultura.
Estrategias: Son las líneas gruesas del cómo, mediante que formas se pretende alcanzar las metas; las estrategias seleccionadas para el plan municipal de cultura deben ser coherentes con las estrategias de los planes nacional de cultura.
Marco jurídico: Se refiere a la normatividad en la cual se sustentan los planes de desarrollo, leyes de cultura, la participación, el patrimonio, las manifestaciones artísticas, el respeto a la diversidad, la inclusión, la inversión en cultura, entre otras.
Objetivo general: Es la expresión cualitativa de lo que se pretende alcanzar a nivel amplio y global con la realización del plan; no es operativo, es el propósito o fin al que se quiere llegar con la implementación general del plan. Debe tener en cuenta los programas y proyectos del plan y debe ser redactado en infinitivo.
Objetivos específicos: Son la concreción, especificación o desglosamiento del objetivo general. Los objetivos específicos contienen elementos particulares y concretos que permiten hacer operativo el objetivo general. El conjunto o sumatoria de los objetivos específicos debe permitir y apuntar a la realización del objetivo general. Son los propósitos más concretos que se quieren alcanzar y deben ser acordes a los programas y proyectos diseñados. No son acciones y deben ser redactados en infinitivo.
Metas: Cuantifican lo que se espera lograr con el cumplimiento de los objetivos establecidos en el Plan como producto de la realización de los proyectos y programas. Deben redactarse en términos de proceso o acción, tiempo, cantidad y calidad. Deben ser medibles, cuantificables, verificables y realizables, son parte de la información que alimenta el sistema de seguimiento y evaluación.
Las metas del Plan tienen directa relación con el cumplimiento de las metas de los programas y de los proyectos.

Segunda parte del Plan Municipal de Cultura
Diagnóstico: el diagnostico, a su vez está conformado por tres partes, ya que este no se limita a la descripción del medio social, del territorio y del sector cultural, sino que además incluye un análisis de la situación encontrada. La primera es la descripción general del municipio, la segunda es la presentación del inventario cultural y la tercera es el análisis de la situación y dinámica cultural actual que se presenta en el municipio.
1. Descripción del municipio:
a) Ubicación o localización geográfica y característica: Se tienen en cuenta diferentes aspectos que dan a conocer de manera general la localización del municipio; aspectos como región, caminos y barrios, límites, características ambientales entre otros.
b) Reseña histórica: Colonización, fundación, primeros pobladores entre otros.
c) Datos generales: Información poblacional teniendo en cuenta grupos etarios, étnicos, población rural y urbana, desplazamiento, población en situación de vulnerabilidad, infraestructura física representativa, actividades económicas más sobresalientes, servicios públicos, turismo, transporte, vías, deportes, recreación etc.
d) Organizaciones, empresas e instituciones: Describir que organizaciones sociales, comunitarias, políticas, gremiales, empresariales, cooperativas, empresas, entre otras, tienen presencia en el municipio.
e) Personajes claves: Se refiere a personajes históricos o actuales que tienen renombre a nivel departamental, nacional y/o internacional ya sea en el área cultural, política, empresarial, científica, etc. y describir por qué.
f) Anecdotario: Mitos, leyendas, personajes de fábula o típicos del municipio y describir brevemente.
2. Diagnóstico cultural municipal: Consiste en describir y analizar el sector cultural del municipio, y está conformado por los aspectos que se describen a continuación;
a) Descripción del sector cultural: Infraestructura física, inventario cultural, festividades municipales, manifestaciones culturales más representativas.
b) Patrimonio cultural: Enunciar y describir el patrimonio material, inmaterial y paisajístico.
3. Análisis estratégico del sector cultural: Es el análisis objetivo de una percepción o una situación problemática real, observable, que ha sido identificada por los diversos; que existente en el marco de un contexto determinado. El análisis se realiza mediante la aplicación de herramientas de planificación estratégica participativa. Para obtener la información que alimentará la matriz FODA se podrán utilizar diversas técnicas de trabajo implementadas por las áreas sociales: talleres, entrevistas estructuradas, encuestas, conversatorios entre otros. Es recomendable optar por varias de estas metodologías, lo cual permitirá triangular información, contar con varias ópticas de la realidad, dar voz a quienes gustan de hablar en público y a los que no gustan de hablar en público, contar con información cuantitativa y cualitativa, cubrir amplios sectores de la población por género, etnias, grupos etarios, nivel de escolaridad, entre otros.
a) Matriz FODA: hace referencia a la situación que en materia cultural tiene el municipio, y se analizan mediante la identificación de:
Fortalezas: se refiere a los aspectos positivos y recursos con los que cuenta el municipio para el adecuado desarrollo del sector cultural.
Oportunidades: son factores externos al municipio que favorecen el quehacer cultural municipal.
Debilidades: son las problemáticas culturales que se presentan al interior del municipio.
Amenazas: son los factores externos al municipio que están afectando de manera negativa el sector cultural del mismo.

b) Análisis de problemas culturales: Es la construcción de árboles de problemas y árboles de soluciones para cada uno de los problemas identificados, esto con el fin de conocer claramente las causas y los efectos de dichos problemas, al igual que los medios que se pueden implementar para solucionarlos.
En los arboles de problemas se identifican las causas y los efectos del mismo; y en los arboles de soluciones se enuncia el propósito, se identifican los medios para solucionar el problema y los fines que se pretenden alcanzar para solucionar dicho problema.
Para la construcción de los árboles se debe tener claridad respecto a los conceptos a desarrollar; Es así como el árbol de problemas está conformado por:
Problema: es cada una de las problemáticas centrales o situaciones difíciles identificadas por la comunidad y el grupo de trabajo.
Causas: son los asuntos que están generando el problema, son la raíz del problema, por qué se presenta el problema.
Efectos: son las consecuencias del problema, son las formas más concretas mediante las cuales se evidencia el problema.
Y el árbol de soluciones está conformado por:
Propósito: es la visión positiva del problema, es enunciar la meta más alta que se espera alcanzar una vez implementadas las soluciones pertinentes.
Medios: son las estrategias o las diferentes formas o acciones mediante las cuales se puede dar solución al problema.
Fines: Son los objetivos específicos que se pueden lograr en la medida que se implementen los medios.
Se deben construir cuantos arboles de problemas y de soluciones sean necesarios, ya que estos dan claridad y ayudan a analizar los problemas estudiando sus causas y consecuencias.
A continuación se presenta un modelo en el cual se pueden presentar los arboles de problemas y de soluciones, este es un formato opcional, cada municipio puede determinar el modelo de presentación que prefiera.

c) Matriz de análisis de influencia y de priorización: Mediante la calificación de una matriz se identifica el nivel de influencia de cada uno de los problemas en los demás; se determinan los problemas motrices, conflicto y autónomos, esta matriz nos habla de cuáles son las situaciones que están generando más problemática al sector, es decir que prioriza por nivel de influencia. Es así como los problemas motrices son los que mayor problemática están generando y de los cuales se desprenden otros problemas de gran o mediano impacto, los problemas conflicto son aquellos que aunque están presente en la problemática no son los causantes de ella, y por último los problemas autónomos son aquellos que, a pesar de ser problemáticos generan poco impacto y no generan otras problemáticas.
La influencia de una problemática en otra es fuerte cuando es determinante para la ocurrencia de una situación (es decir que A influye de manera determinante en B).
La influencia de una problemática en otra es débil cuando aunque tiene algo que ver no es determinante para la ocurrencia de una situación (es decir que A influye medianamente en B, o cuando al realizar el análisis con el grupo que se está trabajando no es muy claro el nivel de influencia o las justificaciones de la influencia no logran ser concertadas en el grupo ya que existen varias justificaciones con igual nivel de coherencia).
La influencia de una problemática en otra es nula cuando no tiene ninguna relación una problemática con otra, son completamente independientes. (es decir que A no influye para nada en B).