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¿Cómo el patrimonio inmaterial fortalece la cohesión comunitaria?


¿Cómo el patrimonio inmaterial fortalece la cohesión comunitaria?¿Cómo el patrimonio inmaterial fortalece la cohesión comunitaria?
Juego de los Diablitos - Rey Curé

Cuando se habla de patrimonio, muchas veces la atención se centra en los monumentos, los sitios arqueológicos o las edificaciones históricas. Sin embargo, más allá de lo tangible, existe un universo profundamente arraigado en la vida cotidiana de las personas: el patrimonio cultural inmaterial. Este abarca las tradiciones orales, la música, las danzas, las prácticas festivas, los rituales, los saberes artesanales y culinarios, entre otras manifestaciones que han sido transmitidas de generación en generación.


Lo interesante del patrimonio inmaterial no es únicamente su valor artístico, histórico o cultural, sino su capacidad para generar cohesión social y comunitaria. En un mundo caracterizado por la globalización, la movilidad constante y las tensiones sociales, estas prácticas se convierten en anclas que fortalecen la identidad colectiva y ofrecen un espacio para el encuentro, la cooperación y el reconocimiento mutuo.


¿Qué entendemos por patrimonio inmaterial?

La definición más aceptada proviene de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO (2003), que lo describe como “los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes– que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural”.


Este patrimonio es, ante todo, dinámico: cambia con el tiempo, se adapta a nuevos contextos, incorpora elementos externos y redefine su sentido de acuerdo con las necesidades sociales. Su fuerza radica en la participación activa de las comunidades que lo mantienen vivo. Estas manifestaciones no existen de manera aislada: se sostienen gracias a los lazos comunitarios y, al mismo tiempo, contribuyen a fortalecerlos.



Patrimonio inmaterial y cohesión social: un vínculo natural

El patrimonio inmaterial funciona como un tejido invisible que enlaza a los individuos dentro de una colectividad. Su papel en la cohesión comunitaria puede analizarse en varias dimensiones:


a) Generador de identidad colectiva

Participar en una tradición o ritual implica reconocerse como parte de un “nosotros”. Esta identidad compartida no borra las diferencias individuales, sino que ofrece un marco común donde las personas se reconocen como miembros de una comunidad.

Un ejemplo claro son los cantos tradicionales en las comunidades afrodescendientes del Caribe. Estos cantos no solo transmiten un legado musical, sino que fortalecen el sentido de pertenencia, especialmente en contextos donde la población ha sido históricamente marginada.


b) Espacio de encuentro intergeneracional

El patrimonio inmaterial actúa como un puente entre generaciones. Los mayores transmiten a los jóvenes saberes y valores, mientras que los jóvenes reinterpretan esas prácticas desde su propia perspectiva. Este intercambio evita la ruptura social y promueve el respeto por la memoria colectiva.

Un ejemplo es la transmisión de recetas tradicionales en familias campesinas, donde la cocina no es solo un acto de alimentación, sino un ritual de transmisión de identidad y cohesión.


c) Mecanismo de resiliencia comunitaria

En contextos de crisis (migración, conflictos, desastres naturales), las prácticas culturales compartidas ofrecen un espacio de consuelo y fortaleza colectiva. Cantar, bailar, contar historias o celebrar ritos permite reconstruir lazos y reconstituir un sentido de comunidad aun en la adversidad.



Reflexiones desde la teoría social

La sociología y la antropología han señalado repetidamente el papel de la cultura como aglutinador social. Algunos marcos teóricos nos ayudan a comprenderlo:


  • Émile Durkheim hablaba de la “solidaridad mecánica” en las sociedades tradicionales, donde los rituales cumplían la función de reforzar el sentimiento de pertenencia. Hoy, las celebraciones comunitarias cumplen un papel semejante.

  • Benedict Anderson, en su concepto de “comunidades imaginadas”, plantea que las naciones se construyen sobre símbolos y prácticas compartidas. El patrimonio inmaterial es uno de esos recursos que permiten “imaginar” una colectividad, incluso entre personas que no se conocen personalmente.

  • Pierre Bourdieu destaca cómo las prácticas culturales generan un “capital simbólico” que se traduce en cohesión, reconocimiento y legitimidad dentro de un grupo.


Así, el patrimonio inmaterial no es un simple adorno cultural, sino un mecanismo estructural que mantiene unidos a los grupos humanos.



Estudios de caso: cohesión a través del patrimonio inmaterial

Caso 1: El swing criollo en Costa Rica

El swing criollo, nacido de la mezcla entre ritmos extranjeros y creatividad local, ha pasado de los salones populares a convertirse en símbolo de identidad nacional. En su práctica, no importa la clase social, la edad o el género: todos pueden participar, bailar y encontrarse en la música. Los festivales de swing criollo no solo celebran el baile, sino que generan redes de amistad, orgullo cultural y cohesión.


Caso 2: El Día de los Muertos en México

Esta celebración, reconocida por la UNESCO, es un ejemplo claro de cómo un ritual fortalece la cohesión. Familias enteras participan en la construcción de altares, preparación de platillos, visita a cementerios y organización de desfiles. La comunidad se une en torno al recuerdo de los antepasados, y este acto compartido reafirma los vínculos entre vivos y muertos, pero también entre vecinos y generaciones.


Caso 3: Las fiestas de San Juan en España y América Latina

El fuego, el agua, la música y los bailes colectivos funcionan como símbolos de renovación y comunidad. En muchas localidades, la preparación de estas fiestas implica organización colectiva, lo que refuerza la solidaridad local y ofrece un sentido de pertenencia que trasciende lo individual.



Patrimonio inmaterial y cohesión en tiempos de globalización

La globalización y la digitalización han transformado profundamente la forma en que las comunidades se relacionan con su patrimonio. Por un lado, existe el riesgo de homogeneización cultural, donde las prácticas locales se diluyen ante el consumo masivo de productos culturales globales. Por otro, las nuevas tecnologías permiten la difusión y revitalización de tradiciones, conectando a comunidades que antes estaban aisladas.

Un ejemplo actual son los festivales virtuales de danza y música tradicional durante la pandemia de COVID-19. Aunque el aislamiento físico separó a las personas, estas actividades en línea demostraron que el patrimonio inmaterial podía adaptarse y seguir cumpliendo su función de cohesión, incluso a través de plataformas digitales.


Aunque el patrimonio inmaterial fortalece la cohesión comunitaria, no está exento de tensiones:

  • Comercialización excesiva: cuando una práctica cultural se convierte en producto turístico, puede perder su sentido comunitario original y generar divisiones internas.

  • Exclusión: algunas tradiciones han sido utilizadas para reforzar identidades excluyentes, marginando a minorías dentro de la misma comunidad.

  • Desinterés generacional: la falta de participación de los jóvenes puede debilitar la transmisión y, por ende, la cohesión que genera la práctica.


Estos desafíos muestran que la cohesión no está garantizada automáticamente, sino que requiere de una gestión consciente y respetuosa.


Algunas estrategias para fortalecer la cohesión a través del patrimonio

  1. Educación patrimonial: integrar en la escuela la enseñanza de las tradiciones locales no solo como curiosidad, sino como parte central de la identidad y la convivencia.

  2. Espacios de participación intergeneracional: promover talleres donde jóvenes y mayores compartan saberes, desde la danza hasta la gastronomía.

  3. Gestión cultural participativa: las decisiones sobre la salvaguarda de tradiciones deben involucrar a las comunidades, evitando la imposición externa.

  4. Uso creativo de las tecnologías: documentar, difundir y resignificar prácticas a través de medios digitales, sin perder su esencia comunitaria.

  5. Turismo cultural sostenible: convertir el patrimonio en motor económico sin sacrificar su valor social y simbólico.


El patrimonio inmaterial no es un accesorio ni un elemento decorativo en la vida de las comunidades. Es un recurso vital que actúa como cemento social, uniendo a personas diversas en torno a valores, símbolos y prácticas compartidas. En tiempos de fragmentación social, crisis políticas y desigualdades, estas expresiones representan una reserva de cohesión y resiliencia que merece ser reconocida, protegida y fortalecida.

Cuidar del patrimonio inmaterial no significa únicamente conservar el pasado, sino apostar por el presente y el futuro de las comunidades. Al mantener vivas estas tradiciones, no solo se preserva la memoria, sino que se construye comunidad, se fomenta el respeto mutuo y se asegura la continuidad de un tejido social que, sin duda, necesitamos más que nunca.



Bibliografía de referencia

  • Anderson, B. (1993). Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. México: Fondo de Cultura Económica.

  • Bourdieu, P. (1997). Razones prácticas: sobre la teoría de la acción. Barcelona: Anagrama.

  • Durkheim, E. (1995 [1912]). Las formas elementales de la vida religiosa. Madrid: Alianza Editorial.

  • Hobsbawm, E. & Ranger, T. (1983). La invención de la tradición. Cambridge: Cambridge University Press.

  • Smith, L. (2006). Uses of Heritage. Londres: Routledge.

  • UNESCO (2003). Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. París: UNESCO.

  • UNESCO (2011). Patrimonio cultural inmaterial: manual de políticas. París: UNESCO.

  • UNESCO (2016). Patrimonio cultural inmaterial y desarrollo sostenible. París: UNESCO.

  • Van Zanten, W. (2012). The Role of Intangible Cultural Heritage in the Construction of Communities. París: UNESCO.

  • Santamarina, B. (2019). El patrimonio cultural inmaterial y la cohesión social: reflexiones y estudios de caso. Revista Internacional de Patrimonio Cultural, 12(1), 55-72.

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  • Arizpe, L. (2006). Cultural Heritage and Globalization. París: UNESCO.

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  • Fernández de Paz, E. (2010). Fiestas, rituales y cohesión social en América Latina. Quito: FLACSO.


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