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Swing Criollo: el ¡Pura Vida! hecho baile

Swing Criollo el baile de Costa Rica
Evento de presentación de expediente a la UNESCO para postular al Swing Criollo a la lista representativa de patrimonio inmaterial de la humanidad

Cuando se habla de Costa Rica, es imposible no pensar en esa frase que se ha vuelto casi un himno de nuestra identidad: ¡Pura vida!. Más que un simple saludo, el "pura vida" es una forma de ver el mundo, una actitud frente a la vida, un reflejo de alegría, humildad y resiliencia. Pero, ¿y si te dijera que esa misma esencia también vibra en nuestros cuerpos cada vez que bailamos Swing Criollo?


El Swing Criollo es una manifestación cultural genuinamente costarricense. Nació en los barrios populares de la capital entre las décadas de 1950 y 1970, gracias a la creatividad de los bailarines quienes sin darse cuenta desarrollaron todo un estilo de baile único en el mundo. Con el tiempo, este baile fue tomando un sabor único, tropical y espontáneo, adaptado al estilo de vida tico. Con pasos ágiles, figuras creativas y una energía contagiosa, el Swing Criollo se convirtió en una forma de expresión, un lenguaje corporal que habla de la inventiva, el humor, la picardía y la calidez que caracteriza a nuestra gente.


Si hablamos del "pura vida", esta palabra proviene de una película mexicana titulada ¡Pura Vida! estrenada en 1955 (algunas fuentes mencionan 1956). El filme fue dirigido por Gilberto Martínez Solares y protagonizado por el comediante Antonio Espino y Mora, conocido como "Clavillazo". En la película, el personaje principal, Melquiades Ledezma, es un hombre de mala fortuna pero siempre optimista, que repite la frase "pura vida" en diversas situaciones, transmitiendo una actitud positiva a pesar de las adversidades.

Cártel publicitario de la película Pura Vida
Cártel publicitario de la película "Pura Vida"

La película fue proyectada en Costa Rica a finales de los años 50 y la expresión comenzó a ser utilizada por los costarricenses, quienes la hicieron suya y la dotaron de nuevos matices y significados. Con el tiempo, "pura vida" se transformó en una expresión cotidiana que abarca saludos, despedidas, agradecimientos, y una filosofía de vida basada en el optimismo, la sencillez y la apreciación de lo bueno.


Hoy, "pura vida" es mucho más que una frase: es un símbolo nacional que refleja la actitud relajada, hospitalaria y positiva de los ticos. Se utiliza para decir "hola", "adiós", "todo bien", o simplemente para expresar gratitud y alegría. Incluso la Real Academia Española incluyó la expresión en su diccionario en 2023, reconociendo sus múltiples acepciones en Costa Rica, como persona agradable, cosa buena, buena salud, asentimiento y saludo.


¡Si quieres vivir el Pura Vida baila Swing Criollo!...

Cuando hablamos del swing criollo y del “pura vida”, estamos hablando de dos expresiones culturales profundamente vinculadas. Ambas surgen de la vivencia popular, ambas reflejan la alegría de vivir, ambas representan el ingenio del pueblo tico para transformar lo externo en algo propio, reflejan las resiliencia, la alegría, el afrontar los problemas con una sonrisa y con la cabeza en alto. Es sobreponerse a la adversidad y seguir adelante.


¡Porque nadie puede bailar un Swing Criollo triste!

En este sentido, el swing criollo es la corporalización del “pura vida”. Es el “pura vida” en movimiento. Así como la frase encarna una filosofía, el baile transmite esa misma filosofía a través del cuerpo. Un paso improvisado, una vuelta inesperada, una sonrisa cómplice entre parejas: todo en el swing criollo remite a esa actitud ligera, libre, creativa y profundamente humana que nos caracteriza.

El swing criollo no se baila con rigidez ni con técnica forzada. Se baila con el corazón, con humor, con espontaneidad. Se permite la improvisación, el juego, la conexión con la pareja y con el entorno. No hay reglas estrictas, sino estructuras de movimiento que canalizan mi sentir con esa música que se inyecta directamente en el alma: lo que importa es disfrutar, sonreír, compartir y fluir con la música. ¿Y no es eso, precisamente, lo que significa vivir pura vida?

A través del swing criollo, se puede contar una historia de identidad. Una historia que no aparece en los libros de texto ni en las grandes epopeyas, pero que vive en la memoria de los barrios, en las fiestas patronales, en los salones comunales, en las celebraciones familiares.

Es la historia de una comunidad que supo reinventar lo ajeno para hacerlo propio. Que, aún sin políticas oficiales y constante segregación, protegió una expresión que forma parte de su estilo de vida y lo convirtió en patrimonio vivo.

La danza nos habla de migraciones internas, de la transformación del país rural al país urbano, de los encuentros entre distintas clases sociales. Nos habla de cómo se construye la identidad no solo desde lo político o lo institucional, sino desde lo cotidiano, desde lo corporal, desde el goce compartido.


Con esto voy a lanzar una pregunta o postulación para discusión...


¿Podríamos declarar el "Swing Criollo" como nuestro baile nacional?

En un momento histórico donde las identidades se diluyen fácilmente ante las influencias globales, reconocer y promover expresiones culturales propias se vuelve un acto de resistencia cultural y de afirmación de quiénes somos.

Aspirar de una manera ambiosa a declarar el swing criollo como el baile nacional de Costa Rica podría ser un paso necesario y simbólicamente poderoso para:


  1. Revalorizar lo popular

Por décadas, el swing criollo fue visto con desdén por sectores que lo consideraban “bajo”, “informal” o “vulgar”. Reconocerlo como baile nacional es hacer justicia a una manifestación cultural legítima, nacida del pueblo y para el pueblo.


  1. Preservar la memoria cultural

Las expresiones culturales son frágiles si no se cuidan. El reconocimiento oficial implica la creación de políticas públicas que lo protejan, lo enseñen en escuelas, lo promuevan en espacios culturales y lo incluyan en proyectos turísticos y educativos.


  1. Fomentar el orgullo identitario

El swing criollo puede ser un emblema de orgullo nacional. Tal como el tango en Argentina o la samba en Brasil, nuestro swing puede posicionarse como una carta de presentación cultural ante el mundo, un símbolo que diga “esto también es Costa Rica”.


  1. Promover el bienestar y la cohesión social

Bailar swing criollo no solo es cultura: también es salud, es comunidad, es prevención de la violencia, es oportunidad para el encuentro intergeneracional. En un país donde el estrés y la ansiedad crecen, este baile puede ser medicina colectiva.


  1. Una oportunidad para el turismo cultural

El turismo en Costa Rica ha girado principalmente en torno a la naturaleza. Sin embargo, existe una gran oportunidad para diversificar la oferta mediante el turismo cultural. El swing criollo puede ser una experiencia inmersiva para los visitantes: clases de baile, presentaciones en vivo, talleres y espectáculos pueden convertirse en una oferta atractiva que combine entretenimiento con identidad.

Imaginemos a turistas aprendiendo swing criollo en una plaza pública, en un salón comunal o en un hotel rural. Imaginemos al mundo descubriendo que, además de volcanes y playas, tenemos un ritmo único que dice mucho de quiénes somos. Esa es la riqueza cultural que el swing criollo puede ofrecer.


Costa Rica es un país de paz, de democracia y de naturaleza. Pero también es un país de cultura, de creatividad y de alegría. El swing criollo, al igual que el “pura vida”, es una expresión de todo lo bueno que somos. Es identidad hecha ritmo, comunidad hecha movimiento, historia hecha presente. El swing criollo es nuestro. Es puro. Es vida.


Porque en cada paso hay una historia, en cada vuelta una emoción, y en cada abrazo una verdad: el swing criollo es Costa Rica en movimiento. Y eso, sin duda, es pura vida.







Fuentes de consulta:


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