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Foto del escritorWil Jiménez Kuko

Principios de gestión para los Paisajes Culturales

Actualizado: 15 ago 2022



El paisaje cultural es el resultado del accionar del ser humano en un territorio natural específico. Comprende un espacio en donde el desarrollo del hombre impacta de manera tangible (edificación de caminos, infraestructura, etc.) e intangible (creencias, cultura, etc.), y le otorga un valor agregado a la región. Estos paisajes representan la obra combinada de la naturaleza y el hombre. Ilustran la evolución de la sociedad y los asentamientos humanos en el transcurso del tiempo, bajo la influencia de las restricciones físicas y/o las oportunidades presentadas por su ambiente natural y de las sucesivas fuerzas sociales, económicas y culturales, sean estas internas como externas.


Abarca una diversidad de manifestaciones de las interacciones entre la humanidad y su ambiente natural. El paisaje cultural comprende un territorio de diferentes extensiones con diversos tipos de patrimonio, tanto material como inmaterial, generados por una dinámica humana diacrónica que ha configurado el espacio y que ha construido una relación singular con el medio ambiente. Son valiosos por su riqueza natural y por el desarrollo cultural a lo largo de la historia. Sin embargo, no siempre son reconocidos y apreciados como tal, por lo que existen muchos paisajes culturales que han sido catalogados como patrimonio de la humanidad por la UNESCO con el fin de preservarlos.


La protección de los paisajes culturales del mundo (como bosques, montañas, lagos, edificaciones, ciudades, etc.), contribuye con estrategias de uso sostenible de la tierra, mantenimiento o mejora de los recursos naturales y conservación de la biodiversidad. Por lo tanto, es muy importante que el desarrollo de la actividad humana acompañe el cuidado de estos paisajes.




Características y elementos

El paisaje cultural combina de manera armoniosa a la naturaleza con el accionar humano. Se caracteriza por ser una especie de legado que revela aspectos históricos y culturales de un territorio, acompañado de un tesoro natural irrecuperable en caso de no conservarlo.


El paisaje cultural resulta importante para una región desde diferentes aspectos: económicos (puede ser aprovechado como un atractivo turístico), pedagógicos (se estudia desde la geografía, las ciencias naturales, la historia y la investigación) y recreativos (se aprovecha como espacio de ocio y recreación).


En un territorio considerado paisaje cultural, la comunidad suele alcanzar un sentido de pertenencia muy fuerte que impacta de manera positiva en la vida diaria (valor intangible). Esto se genera como consecuencia de vivir en un entorno donde la naturaleza y el desarrollo humano avanzan en sinergia (valores tangibles).


Algunos elementos del paisaje cultural son:

  • La población. Hace referencia un conjunto de personas que habitan un territorio denominado paisaje cultural y que tienden a concentrarse en una zona urbanizada. Son quienes representan a la región a través de sus costumbres y tradición.

  • La infraestructura. Hace referencia al estilo arquitectónico propio de una región y que lo diferencia de otras. Puede tratarse de un estilo poco sofisticado (para no competir con el terreno natural a fin de conservarlo), como de grandes ciudades que aprovechan la geografía del lugar para desarrollarse.

  • La industrialización. Hace referencia a la transformación de la naturaleza por la mano del hombre, a fin del beneficio propio. Este accionar deriva en un sistema de producción que, de no ser regulado de manera adecuada, puede llevar al deterioro del paisaje cultural.

  • La comunicación. Hace referencia a los canales creados por el humano con el fin de conectarse con poblaciones vecinas o, incluso, muy alejadas. Esto se logra a través de carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, líneas eléctricas y cableados, entre otros.



¿Cuál es el propósito de la gestión de los paisajes culturales?

El propósito de la gestión de los paisajes culturales es proteger los valores y atributos del paisaje cultural para las generaciones del presente y del futuro. El rol de la gestión permitirá guiar cambios en la cultura del paisaje, preservando sus valores más importantes. Para lograr este propósito, se debe elaborar un marco de gestión que se convierta en la herramienta para informar y guiar acciones a lo largo del tiempo.


Esta comprensión debe dar paso a la participación de los actores y a la formulación de un ciclo de planificación y ejecución en la gestión. Estos procesos deben estar acompañados de mecanismos de transparencia y la asignación de recursos económicos.


La UNESCO ha venido planteando mecanismos de gestión para los paisajes culturales dentro de su condición como patrimonio mundial, dichas propuestas pueden servir de insumo para la generación de un marco de gestión que recoja las visiones y formas locales y nacionales de protección y usufructo del patrimonio cultural y natural. Una clave de esta estructura es usar un enfoque que construya acuerdos entre los interesados, para identificar e implementar una variedad de medidas destinadas a proteger estos valores.


Los planteamientos de las directrices prácticas de la UNESCO para el manejo de los paisajes culturales, proponen una serie de elementos en la construcción de un marco de gestión compartida entre todos los involucrados, y en la sostenibilidad del patrimonio cultural y natural, este enfoque de gestión se encuentra directamente relacionado con las características y los valores del paisaje.


Estos elementos, como se aprecia en el siguiente gráfico, interactúan entre sí, constituyendo piezas clave para la construcción de un marco de entendimiento en la gestión.



Los elementos para la gestión de los paisajes culturales, propuestos por la UNESCO, advierten que un adecuado manejo debe partir por una comprensión del carácter del paisaje, es decir, de sus valores y atributos. Esta comprensión no solo debe de ser entendida por los actores directos, sino por toda institución que interactúe con y en el territorio del paisaje.




¿Cuáles son los principios rectores para el funcionamiento de un proceso de manejo y conservación de un Paisaje Cultural?

En base a la propuesta de la UNESCO, el marco de gestión, debe soportarse en principios que funcionan a modo de guías para el establecimiento de un apropiado manejo del proce - so, así como en el mantenimiento del mismo. Los principios rectores constituyen mecanismos de articulación para el funcionamiento del proceso de planificación y ejecución. Dichos principios son los siguientes:

  • Las personas asociadas al paisaje son las principales interesadas en el manejo y conservación: es frecuente identificar una diversidad de involucrados dentro de un proceso de gestión, por lo que es fundamental contar con la participación de las personas durante este proceso. Esto es particularmente importante cuando hay un órgano de gestión como el Ministerio de Cultura.

  • Una gestión exitosa es inclusiva y transparente, el gobierno se forma a través del diálogo y el acuerdo entre las partes interesadas: los paisajes culturales pueden incorporar diversos predios con propietarios, partes interesadas y estar dentro de múltiples jurisdicciones. La planificación y los marcos jurídicos deben ser diseñados, a fin de crear un entorno para la participación de los diversos actores, asegurar la equidad y la gobernanza compartida que implica una gestión abierta, transparente y con principios democráticos; jugando un papel importante en el fortalecimiento de la sociedad civil.

  • El valor del paisaje cultural y el enfoque de la gestión está basado en la interacción entre las personas y su medio ambiente: los paisajes culturales se encuentran en la interfaz entre la naturaleza y la cultura, el patrimonio material e inmaterial, el patrimonio biológico y la diversidad cultural, los que constituyen un tejido integrado con relaciones que son la esencia de la cultura y la identidad de la gente.

  • El enfoque de la gestión constituye un principio para la conservación de los valores del paisaje cultural en los contextos de cambio social: los paisajes culturales mantienen inherentes factores dinámicos que se caracterizan por un cambio cultural y ecológico. La manifestación material, la vegetación y los ecosistemas, así como ciertos tipos de características de construcción, son efímeros y sin perjuicio de cambiar con el tiempo. La gestión del cambio también requiere flexibilidad y adaptabilidad. La gestión eficaz del cambio está directamente vinculada con el mantenimiento de la integridad de la dinámica territorial patrimonializada, como bien del Patrimonio Cultural de la Nación a través del tiempo.

  • La gestión de los paisajes culturales se integra a un contexto más amplio. Entender la gestión como un proceso cuyos componentes requieren de un manejo planificado, constituye otro de los pilares para un adecuado manejo de los paisajes culturales: la incorporación de los paisajes culturales en el ámbito del Patrimonio Cultural, ha permitido comprender que la diversidad de manifestaciones culturales no están aisladas entre sí, sino que forman parte de grandes sistemas ecológicos, vinculados a dinámicas culturales en un área más amplia. Estos vínculos que denominamos dinámicas territoriales, deben ser identificados e integrados en la planificación y gestión.

  • El manejo exitoso del paisaje contribuye a una sociedad sostenible: para que la gestión de un paisaje cultural sea sostenible, es necesario que sea cultural y ecológicamente apropiada, así como económicamente beneficiosa. Debe de ser equitativa e incorporarse en la dinámica de gestión para la mejora de la calidad de vida, desarrollo comunitario y la reducción de la pobreza.




¿Cuáles son las etapas a seguir para el proceso de gestión de un paisaje cultural?

La gestión se entiende como un ciclo con diversas etapas, las cuales deben ajustarse con el tiempo, de acuerdo a las condicionantes y a las dinámicas territoriales del propio paisaje cultural. La UNESCO propone las siguientes etapas para el proceso de gestión:



Estas ocho etapas son clave para la implementación de un ciclo de gestión, deben ser acompañadas por el mantenimiento del mismo, siendo este último el pilar necesario para un adecuado manejo de los paisajes culturales. El mantenimiento de la gestión hace referencia al desarrollo de un contexto idóneo de gobernanza para la sostenibilidad del patrimonio cultural.





Ejemplos de Paisajes culturales

Numerosos paisajes culturales alrededor del mundo son protegidos y conservados mediante las declaraciones de patrimonio de la humanidad por la UNESCO, entre ellos podemos mencionar:


  • El paisaje de líneas de Nazca y geoglifos de Pampas (UNESCO 1994). Ubicado en la árida llanura costera a 400 kilómetros de Lima, en Perú, las líneas y geoglifos trazados en el suelo entre los años 500 a.C y 500 d.C. cubren una superficie de 450 metros cuadrados. Representan uno de los grandes enigmas de la arqueología debido a su extensión, naturaleza y continuidad con el paso del tiempo. Algunas hipótesis sostienen que tuvieron una función de ritual relacionado con la astronomía.

  • El paisaje de Qhapaq Ñan (UNESCO 2014). Está ubicado a partir del sur de Colombia pasando por Ecuador, Perú, Bolivia, norte de Chile y noroeste de Argentina. Es un sistema andino con extensos caminos que, durante la época de la civilización Inca, funcionaba como nexo entre las ciudades más importantes y favorecía al comercio. Su nombre significa “camino poderoso” o “camino del inca”.

  • El paisaje del Camino Real de Tierra Adentro (UNESCO 2010). Ubicado en el norte de México, comprende un camino de unos 2.600 kilómetros de extensión. Se trata de una ruta que une el norte de México con Texas, en Estados Unidos. Durante los siglos XVI y XIX, el camino fue utilizado para transportar la plata extraída de las minas de Zacatecas, Guanajanto y San Luis Potosí. Además de favorecer a la actividad minera, el camino permitió establecer vínculos sociales, culturales y religiosos.

  • El paisaje de la Quebrada de Humahuaca (UNESCO 2003). Ubicada en Jujuy, norte de Argentina, es una extensión del “camino del inca” y fue una importante ruta comercial. Su paisaje montañoso se destaca por la variedad de colores en las rocas (como el reconocido “cerro de los siete colores”) y por su rico patrimonio cultural, que evidencia la vida de los cazadores y recolectores de la cultura omahuaca y algunos vestigios precolombinos y coloniales.

  • El paisaje cafetero colombiano (UNESCO 2011). Ubicado en Colombia, abarca 6 paisajes cafeteros y 18 centros urbanos de la Cordillera de los Andes. El paisaje refleja la tradición centenaria del cultivo de granos de café, producido en pequeñas parcelas que están adaptadas para soportar las difíciles condiciones climáticas de la zona de montaña. En los alrededores, las regiones urbanizadas presentan una arquitectura particular, influenciada por la colonización española.

  • El paisaje del Valle de Viñales (UNESCO 1999). Ubicado en Cuba, consiste en un valle rodeado de montañas con un impactante paisaje rocoso y una abundante vegetación. Aún en la actualidad, se emplean prácticas tradicionales para la producción agrícola, especialmente la de tabaco. El paisaje se destaca por una arquitectura propia del lugar para la construcción de granjas y aldeas. La cultura del pueblo se caracteriza por ser multiétnica, como consecuencia de las influencias del Caribe.

  • El paisaje de Río de Janeiro (UNESCO 2011). Ubicado ente la montaña y el mar de Brasil, consiste en una gran ciudad carioca que se despliega desde las cumbres de las montañas del Parque Nacional de Tijuaca hasta el mar. Entre sus grandes tesoros históricos se encuentran los Jardines Botánicos creados en 1808, la cumbre del Corcovado y su famoso Cristo redentor, las colinas que rodean la bahía de Guanabara y los amplios paisajes de la bahía de Copacabana.




Paisaje Cultural y Paisaje Natural

A diferencia del paisaje cultural, el paisaje natural es una región donde el hombre no intervino con su accionar y que solo presenta características propias consecuentes de los factores climatológicos, geológicos y naturales.


En la actualidad, es difícil encontrar lugares accesibles y que no hayan sido intervenidos por el hombre (de manera directa o indirecta). Por eso, los paisajes naturales se encuentran alejados, con acceso restringido o que resultan muy hostiles para la vida humana. Agradeciendo nuevamente su lectura e invitándolos a suscribirse a este su blog me despido recordándoles que "La Cultura, transforma vidas".








Referencias:

  • «World heritage» en Unesco.org.

  • «Paisaje cultural» en Wikipedia.

  • «Qhapaq Ñan, Andean Road System» en WHC.Unesco.org.

  • «Lines and Geoglyphs of Nasca and Palpa» en WHC.Unesco.org.

  • «Coffee Cultural Landscape of Colombia» en WHC.Unesco.org.

  • «Quebrada de Humahuaca» en Wikipedia.

  • «Rio de Janeiro: Carioca Landscapes between the Mountain and the Sea»

  • en WHC.Unesco.org.



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